viernes, 1 de julio de 2016

CONCEPTO DE TRIBUTOS



Dando una mirada hacia el pasado, nos encontramos con que las primeras leyes tributarias aparecieron en Egipto, China y Mesopotamia y que el primer sistema de impuestos fue el saqueo;  En tanto en américa se tenían templos en los que se ejercían  funciones religiosas y económicas, debido a que ahí  almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos; esto nos deja entrever que en el nuevo continente ya existía un sistema de tributación, el cual estaba basado en la reciprocidad (cambio de productos) y en la redistribución. Dicho sistema fue alterado con la conquista, ya que los pueblos indígenas tuvieron que empezar a tributar pero esto no era devuelto a las comunidades y además tuvieron que adaptarse a la compra y venta de productos, adquiriendo así el modelo tributario europeo que aun hoy en día manejamos.

En Colombia por su parte, desde 1882 hasta la fecha todos los presidentes han venido buscando una estabilidad económica y tributaria. Ahora bien, encontramos en el artículo 95 de la constitución política, instaurado en el numeral 9 del  Capítulo 5 De los deberes y obligaciones, la imposición de los ciudadanos para  “Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad”. Así pues, se tiene que los tributos son los aportes que todos los contribuyentes (ciudadanos) tienen que transferir al Estado; dichos aportes son recaudados en ocasiones directamente por la administración pública o en algunos casos por otros entes denominados recaudadores indirectos como por ejemplo encontramos a las empresas.

En cuanto a los tributos debemos saber que se clasifican en:


  •      Impuestos: son dineros que pagan los particulares y por los que el Estado no se obliga a dar ninguna contraprestación. El objeto de los impuestos es principalmente atender las obligaciones públicas de inversión; dos ejemplos de impuestos son: impuesto de Renta y complementarios, y el Impuesto sobre las ventas  (IVA).
  •      Contribuciones: esta clase de tributo se origina en la obtención de un beneficio particular de obras destinadas para el bienestar general. Las contribuciones se consideran tributos obligatorios aunque en menor medida que los impuestos. Un ejemplo de contribución es: la contribución por valorización, que se genera en la realización de obras públicas o de inversión social, que son efectuadas por el Estado y que generan un mayor valor de los predios cercanos
  •     Tasas: son los aportes que se pagan al Estado, como remuneración por los servicios que este presta; generalmente son de carácter voluntario, puesto que la actividad que los genera es producto de decisiones libres. Ejemplos de tasas en Colombia: peajes (producto de la decisión libre de viajar), sobretasa a la gasolina (producto de la decisión libre a tener un medio de transporte propio), entre otros servicios que presta el Estado.

Vale añadir, que la diferencia de estos tributos radica en su nivel de obligatoriedad siendo en el anterior orden absolutamente obligatorios, de obligatoriedad alta y de obligatoriedad baja.



Por otra parte, resulta importante a nuestro juicio el conocer lo que planteo Adam Smith (1723-1790), en sus libros de “La riqueza de las naciones”, y los “cuatro principios”, en donde nos da su opinión  sobre cómo deberían ser cobrados los impuestos, diciéndonos que no deberían ser pagados por igualdad sino por sacrificio lo cual significa que pagar un peso para el pobre resulta igual que pagar mil para el rico, entendiendo así que el “sacrificio” fue el mismo, también expone que el ciudadano debería saber de antemano el monto del impuesto a pagar para poder ajustar sus ingresos y gastos, asimismo, que el gobierno debería cobrar los impuestos en el momento que le sea conveniente al ciudadano, y por último resalta la importancia en el bajo costo de cobrar los impuestos. No obstante, lo anterior son temas que aun hoy en día se discuten y que si lo vemos desde nuestra realidad nos damos cuenta que varias de las propuestas de Smith pese a ser buenas no se han tomado como por ejemplo lo es el caso del IVA, impuesto que para el autor debería ser “estratificado” si se le desea llamar así, es un impuesto que todos pagamos a la misma tarifa que hasta el momento es del 5 y 16%; sin embargo, hay que señalar la existencia del Diseño de un sistema impositivo optimo que es más eficiente que el IVA; dicho sistema depende de las particularidades de cada país, tales como el nivel de desarrollo económico, así como busca cumplir con el principio de equidad y el tratar de minimizar las distorsiones en la economía, a su vez plantea ser simple y fácil de controlar para el fisco y simple para el contribuyente. Un ejemplo de este es sistema es que la prestación fiscal para las personas de ingresos bajos, sea baja. 

LA BANCA CENTRAL Y COLOMBIA



Se puede decir, que el origen de la banca comienza en Inglaterra en el siglo XIX, después de que el banco de este país aceptara su responsabilidad en la estabilidad del sistema bancario, y dejara atrás la preocupación por obtener ganancias de carácter privado.

Después de esto, alrededor del mundo se fueron fundando bancos comerciales “especiales” que recibían privilegios del gobierno tal como el poder de emitir moneda,  luego estos adquirieron las funciones de Banca Central, y gracias a su buena reputación, a su disposición como tenedores de las reservas de oro de sus países, a su aptitud para lograr economías mediante la reunión de reservas a partir de un sistema bancario de corresponsales, y a la capacidad de proporcionar dinero en efectivo extra

Mediante operaciones de redescuento, esos bancos se fueron convirtiendo en bancos de banqueros, en prestamistas de última instancia en las crisis de liquidez (Capie, 1995: 9). Ahora bien, es en el siglo XX que producto de la gran depresión y de la primera y segunda guerra mundial que los gobiernos decidieron adoptar políticas intervencionistas estableciendo así Bancos Centrales o haciéndose cargo de los ya existentes y de los consejos monetarios.

Hoy en día, la Banca Central enfrenta el reto de alcanzar una mayor transparencia y de rendir cuentas detalladas a la sociedad, sobre todo en lo que respecta a los aspectos operativos de su política monetaria. Ganar credibilidad, fortalecer su institucionalidad y dar certidumbre a los agentes económicos son las metas de lo que podría denominarse la nueva Banca Central (Capie, 1995: 49).




Por otra parte, en  la historia de nuestro país se puede decir que siguiendo una línea de tiempo, el Banco nacional establecido por la Ley 39 de 1880 que fue un ente de capital mixto, puede considerarse como antecedente remoto de las actuales instituciones monetarias de Colombia (liquidación 1894); más adelante, en 1905 encontramos que gracias al presidente Rafael Reyes se establece el Banco Central que tenía funciones de emisión, giro y deposito (características muy similares al del Banco Nacional); y que producto de la suspensión del privilegio de la emisión es que a partir de 1909 comienza su liquidación; y es a partir del año de 1923 que el Banco de la República inicia labores, estableciéndose como un banco de emisión, giro, depósito y descuento y como banco de bancos de quienes recibe depósitos y a quienes hace préstamos y descuentos, el Banco de la República es, en sentido estricto, el primer y único Banco Central que ha existido en Colombia.


Finalmente, es importante añadir que es a partir de la Constitución de 1991 que se establece a la Junta Directiva del Banco de la República como autoridad monetaria, cambiaria y crediticia; la cual se encuentra integrada por siete miembros; y que es la responsable de la dirección de las funciones del Banco de la República, las cuales corresponden en un todo a un Banco Central moderno que deben ejercerse en coordinación con la política económica general, y que año tras año debe fijar metas de inflación decrecientes; Igualmente, a través de la carta se le prohibió al Congreso ordenar créditos a favor del Estado o de los particulares, instaurando así la independencia del Banco de la República frente al gobierno, para lo cual la normatividad garantiza al Banco autonomía administrativa, funcional, instrumental y técnica.


BIBLIOGRAFIA


CEFP. La banca central y su papel en la economía. Disponible en: < http://www.cefp.gob.mx/intr/edocumentos/pdf/cefp/2009/cefp0462009.pdf >

HERNANDEZ CAMARRA, Antonio. La banca central en Colombia. Banco Nacional (1880), Banco Central (1905), Banco de la República (1923). Disponible en: < http://www.banrepcultural.org/node/32756 >



TÍTULOS VALORES






Dentro del artículo 619 del Código de Comercio, se establece que los títulos valores son documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo que en ellos se incorpora, pueden ser de contenido crediticio, corporativo o de participación y de tradición o representativo de mercancías.
El titulo valor también se puede definir como un documento escrito, siempre firmado (unilateralmente) por el deudor o como un derecho en beneficio de una persona.

       CARACTERÍSTICAS:


1.   Legitimidad: Es también un requisito esencial. Para ser legítimo se debe tener la tenencia del Título Valor y se debe estar facultado para cobrar la obligación cambiaria contenida en el título.
2.    Literalidad: La facultad que tienen las partes para disponer en el Titulo Valor de lo que estas acuerden, siempre basándose en los preceptos que se establecen en el código.
3.      Incongruencias en la expresión de valor: Se prefiere lo que está en letras.
4.      Incondicional: No está sujeto a condiciones. Obligación pura o simple y de plazo con vencimiento. (art 673)
5.     Negociabilidad: El Titulo Valor es un derivado de un negocio jurídico, su naturaleza es circular en el mercado.
6.      Autonomía: Todos los negocios jurídicos celebrados a través de un Título Valor son autónomos.
7.      Incorporación: Derechos más las obligaciones cambiarias que se vinculan al Título Valor.
8.      Todo Título Valor es un título ejecutivo pero no viceversa.
9.      Presunción de Autenticidad (existe una excepción): Proceso o incidente, tacha de falsedad.

       CLASES:


1.      Según su derecho incorporado:


a)    Títulos jurídicos obligacionales o cambiarios: son aquellos títulos valores que son de contenido crediticio, lo cual se da cuando el objeto sobre el cual recae la prestación que puede exigirse como efecto de ese título, es dinero, valga decir, moneda legal.
Los títulos valores de esta clase son: cheque, letra de cambio, pagares, bonos, el certificado de depósito, la factura cambiaria de compra-venta, la factura cambiaria de transporte, el bono de prenda, títulos de ahorros cafetero, y todos aquellos que tengan por objeto cobrar una suma de dinero.

b)  Títulos jurídicos reales o de tradición: Son reales, porque confieren al tenedor un derecho real, es decir, el dominio sobre las mercancías en el título representadas; y son de tradición porque al transferir el título representativo de mercancías, teniendo en cuenta su ley de circulación, se transfiere igualmente la propiedad de las mercancías.
Ejemplos de esta clase de títulos valores: certificados de depósito, el conocimiento de embarque y la carta de porte tienen, y todos aquellos que incorporan la posesión y en muchos casos la disponibilidad de unas determinadas mercancías.

c)    Títulos jurídicos personales o de participación: Se definen como aquellos que atribuyen a su titular una determinada posición en el ámbito de una entidad organizada.
Ejemplos de esta clase de títulos valores: acciones de una sociedad anónima.

2.      Según la circulación:


a)   Títulos nominativos: Se definen como aquellos que designan como titular a una persona determinada, persona cuya titularidad se recoge en el propio título valor. El ejemplo más claro lo constituye el cheque nominativo.

b)  Títulos valores a la orden: Son aquellos que designan como titular a una persona determinada pero permiten la designación de otros titulares en el propio documento. Un ejemplo es la  Letra de cambio.

c)     Títulos valores al portador: Son aquellos que legitiman como titular al mero poseedor siempre que exista “justa causa determinante de la transferencia posesoria” (legítima al poseedor causal). Los títulos valores se transmiten a través de la mera transferencia posesoria siempre que esta obedezca a una causa lícita.

·         REQUISITOS:

1.      Debe ser legítimo.
2.      Debe contener de manera expresa el derecho que se incorpora.
3.      Debe tener la firma del creador o persona que lo elabora, dicha firma podrá ser reemplazada por una insignia o sello.

PROFESIÓN CONTABLE EN COLOMBIA



En nuestro país aun en la primera mitad del siglo XX, no había siquiera una Facultad de Contaduría Pública en una universidad; no obstante, en la actualidad el horizonte de esta carrera universitaria es muy diferente, muchas instituciones la ofrecen en pregrado, de forma presencial o a distancia, asimismo, también hay numerosas especializaciones aunque pocas maestrías y si la comparamos con otras carreras, como el Derecho, la Administración o la Medicina, la oferta de especializaciones es relativamente baja.

A pesar de que en Colombia se ha llevado a cabo un gran esfuerzo por consolidar la profesión contable, aun se tienen grandes problemas estructurales como lo son:

·   La búsqueda de un perfil básico de auxiliares o analistas, por tanto lo estratégico y la alta Gerencia llega a muy pocos y no trasciende a la profesión.
·  La mayoría de los contadores solo pueden estudiar en ratos libres, después de extenuantes jornadas laborales y afectando la vida familiar, por lo cual lo académico en muchos casos pasa a un segundo plano.
·      La Investigación contable es muy escasa y hace falta apoyo en todos los niveles.
·     Muchas Universidades mercadean con la formación profesional de los Contadores pero  no apoyan la profesión; No generan respaldo técnico ni de investigación de tiempo completo, y en muchos casos se entregan títulos  a granel sin el respaldo  de la calidad de ellos.
·     La Unidad gremial parece continuar siendo una ilusión, se piensa solo a favor de unos pocos tales como asociaciones, agremiaciones y confederaciones; pero cuando surgen iniciativas como el Colegio Único de Contadores en Colombia, se observan celos e intereses particulares, que impiden la verdadera asociación en una sola entidad.

Además de esto, se observa que hasta la fecha son muchos los empresarios que consideran al contador Público como una obligación legal, más no como una herramienta para el desarrollo de su empresa; e incluso en algunas entidades solo los contratan para firmar declaraciones de impuestos, hacer estados financieros para los bancos y para responder requerimientos de la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales). Cabe destacar, que dicha percepción lamentablemente en gran parte se debe al poco valor agregado que algunos contadores ofrecen a sus clientes.

No obstante, ya que vivimos en un mundo globalizado los contadores colombianos no pueden seguir siendo personajes pasivos ante los constantes cambios que la globalización conlleva; puesto que la contabilidad en una economía globalizada se convierte en una herramienta fundamental que permite el acceso a la información financiera internacional, a otros mercados y al desarrollo industrial.



Por tanto, es preciso señalar que para poder que la Contabilidad pueda encajar y dar la información que el mercado requiere, ya existe un grupo de normas comunes de aceptación universal y que en hora buena, Colombia ya se dio cuenta de la necesidad de adoptarlas para poder entrar a competir en el mercado internacional. Debido a ello, se creó la Ley 1314 de 2009 por la cual  “se regulan los principios y normas de contabilidad e información financiera y de aseguramiento de información aceptados en Colombia”; y que permiten la adopción o convergencia a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), que ya han sido adoptadas por más de 120 países alrededor del mundo; y que se han convertido en el lenguaje contable común dentro del marco de una economía globalizada de intenso intercambio comercial y de flujo de capitales.

Dicha convergencia, se vuelve entonces una oportunidad laboral y profesional que se abre a la profesión contable, aun más con el interés del Gobierno Nacional por internacionalizar las relaciones económicas del país; aunque hasta la fecha no se ha visto el apoyo y control a la calidad de los programas de capacitación ofertados por parte del Gobierno Nacional, ni la iniciativa de este por promover concretamente actividades de capacitación en NIIF, quedando toda la responsabilidad en manos del Contador para poder capacitarse en estas normas utilizando los programas y certificaciones que algunas universidades, firmas y gremios le ofrecen.

Y como bien lo expresa DIEGO DE JESÚS DUQUE JARAMILLO Gerente Regional  de CPAAI Cabrera International S.A, la labor como contadores públicos deberá desarrollarse con diligencia profesional, lo cual implica que se esté lo suficientemente capacitado para ejercer la profesión en este nuevo roll que trae consigo la implementación de las NIIF en Colombia; para lo cual es necesario que el contador público modifique su mentalidad de “contabilizador de débitos y créditos” con base en una dinámica contable, al de “analista de las operaciones financieras” para determinar las mejores alternativas de registro y mostrar la realidad económica de la transacción y por ende del ente económico.

Así pues, en Colombia se debe hacer un gran esfuerzo para enfocar la tarea de cambiar la Visión que la sociedad e incluso los profesionales contables tiene  de la Contabilidad y de su práctica social. Se debe de concientizar que el perfil del Contador ha cambiado, que es un profesional destacado e inquieto por el estudio y comprensión de temáticas Gerenciales, administrativas, económicas, jurídicas, informáticas,  entre otras; que son profesionales que tienen el deber y la capacidad de fortalecer su formación académica, en procura de lograr una participación cada vez mayor en los procesos de decisión organizacionales.

Por último, también se debe de tomar conciencia en cuanto apoyar el ejercicio de la investigación cantable en el país, y más aun con la implementación de las Normas Internacionales de Información Financiera; además de buscar soluciones de fondo para todos los problemas estructurales citados en un comienzo; ya que solo así, se podrá darle a las organizaciones y al mercado en general las soluciones requeridas y a la profesión contable el Status de mayor realce.



BIBLIOGRAFIA 



ALVAREZ OSORIO. Martha Cecilia. Breve historia de la profesion contable. Universidad de Antioquia; disponible en interner:
http://www.gerencie.com/historia-de-la-contaduria-en-colombia.html

Panorama académico de la Contaduría en Colombia/LEGIS Comunidad Contable. 09-Julio, 2013; disponible en internet: http://www.comunidadcontable.com/BancoConocimiento/P/panorama_academico_de_la_contaduria_colombiana/panorama_academico_de_la_contaduria_colombiana.asp 


FONSECA VIVAS, Álvaro. ¿La profesión de la Contaduría Pública se acabará en Colombia?. 15-Mayo, 2008; disponible en internet: http://actualicese.com/opinion/la-profesion-de-la-contaduria-publica-se-acabara-en-colombia-alvaro-fonseca-vivas/ 

URIBE MEDINA, Luis Raúl. El papel del nuevo Contador en un mundo Globalizado. 10-Septiembre, 2013; disponible en internet: http://www.gerencie.com/el-contador-profesional-y-su-proyeccion-gerencial.html


JARAMILLO DUQUE, Diego de Jesús. El contador público y su obligación en las Niif, en, Diario Occidente. 25-Abril, 2013; disponible en internet: http://occidente.co/el-contador-publico-y-su-obligacion-en-las-niif/

ESPINOSA BELLO, Jesús María. La contabilidad y la profesión contable en Colombia. 13-Abril, 2010.

LA CONTABILIDAD EN COLOMBIA A PARTIR DE LA CONQUISTA DE AMERICA






Cuando los conquistadores llegaron a nuestro continente, ya las comunidades indígenas que aquí convivían tenían diferentes etapas de desarrollo económico, algunas se hallaban muy retrasadas y  otras daban paso a relaciones de producción con diferencias de clase; vale resaltar, que en la América precolombina, predominaban tres culturas: la azteca en México, Inca en Perú y chibcha en Colombia, éstas culturas tenían una organización social comunitaria con vida sedentaria donde desarrollaban principalmente la agricultura, la caza, la pesca, la minería y el comercio, hasta el punto que la contabilidad en su etapa primitiva» era una técnica conocida en toda América. 

El desarrollo político, social y económico de estas culturas se vio truncado por la invasión española que llegaron a imponer un nuevo orden económico, político, social y religioso utilizando todos los medios posibles, incluyendo el genocidio; cabe recordar que la época de la conquista (1492- 1560), se caracterizó por la violencia, el sometimiento y el saqueo.

Cerca de finalizar la época de la Conquista, llegan a la Nueva Granada en el año 1524 el Contador Real Don Rodrigo de Albornoz (nombrado por el Rey Carlos V en 1522), y los señores Pedro Almíndez Chirino quien fuese el inspector, y el Licenciado Alonso de Zuazo nombrado como justicia mayor o asesor; quienes  en conjunto formaron el Tribunal de Cuentas, la cual fue la primera oficina de las finanzas públicas establecida en nuestro país.

Para la época de la Colonia, en el año 1605 por medio de la Ordenanza I de Contaduría de Felipe III, el 24 de agosto fueron creados los Tribunales de Contadores en la Nueva Granada, con el objeto de llevar una buena administración, cuanta y cobro de la Real hacienda, dichos tribunales debían llevar libros de inventarios de cuentas pendientes y vencidas en orden alfabético; a su vez, debían tomar relaciones juradas de los responsables antes de tomar las cuentas, con el fin de precisar todo lo recibido, gastado y pagado, además de solicitar a los empleados de Hacienda los libros para mayor comprobación; e inventariar al fin de cada año las existencias de las Casas Reales.

Observamos entonces, que en aquella época el contador era un funcionario de alta jerarquía nombrado por la corona a través de la Real Audiencia de Santa Fe, lo cual lo convertía en un funcionario de gran poder y de carácter oficial, quien practicaba la contabilidad del sector público; sin embargo, también se practicaba la contabilidad en el sector privado en especial por las comunidades religiosas (Jesuitas), quienes hacían el registro, presupuesto y control de sus bienes.

En el siglo XIX, los intentos del Estado y de algunos particulares por consolidar la contabilidad como una disciplina y la contaduría como profesión eran todavía muy precarios y tenían un lugar secundario en el aparato educativo del país, debido a que no había industria y la mayoría de la producción era agraria, especialmente cafetera y, apenas empezaba a desarrollar un mercado interior de alguna intensidad; sin embargo, se le reconocía como una materia indispensable para el ejercicio adecuado y racional de algunas actividades económicas, especialmente, las de tipo mercantil.

Solo hasta los primeros años del siglo XX (1900-1929) hubo verdaderos esfuerzos por vincular la enseñanza del comercio a las instituciones de educación superior, como respuesta a la necesidad de darle a esta actividad una orientación profesional, a pesar que los programas que desarrollaban los centros de comercio anexos a las Universidades eran muy semejantes a los de las escuelas de comercio de carácter secundario, es decir, que no se diferenciaban en cuando a su profundidad y contenido, aunque se daba cierta preferencia a la hora de desempeñar una actividad laboral. Cabe resaltar, que dentro del sector privado hubo más avance, sobre todo la década de los años veinte.

Entre 1929 y 1951, la educación comercial se extendió por todo el país, más aun en aquellas ciudades comercial o industrialmente importantes. Su predominancia en colegios de tipo religiosos le otorgaba las siguientes características: Regia disciplina, espíritu metódico, sentido práctico, contenido ideológico tradicional, dogmático y poco conflictivo. En el año de 1952 las reformas al sistema educativo colombiano culminaron con la denominación de “enseñanza universitaria” al nivel superior. Así, nació la universidad técnica.

Durante los diez años siguientes se desarrollan una serie de conflictos básicos en torno a la significación de la práctica de la contaduría, a la concepción de la enseñanza contable y al modelo de reglamentación de la profesión. En este período se crean las primeras facultades privadas de contaduría.

Para la época de 1960 se promulga la Ley 145 que asumía con claridad los criterios primordiales de las profesiones liberales, con lo cual se unificaron los requisitos para la inscripción como contador público titulado; no obstante, se reconocía la existencia de contadores públicos autorizados, siempre y cuando demostraran su habilidad profesional con base en su experiencia en cargos equivalentes. También, se estableció los casos en que se necesitaba la calidad de contador público: como revisor fiscal de distintas sociedades; para autorizar balances de bancos, sociedades industriales o comerciales; para actuar como perito en controversias de carácter técnico-contable; para certificar informes o estados de cuentas, entro otros; así mismo, se indicó la composición de la Junta Central de Contadores y sus funciones que eran netamente de carácter disciplinario.

En los años siguientes los organismos académicos privados buscaban modificar la formación del estudiante hacia un sentido más moderno.

Hoy la formación del contador público orienta el interés de las comunidades académicas nacionales e internacionales. La búsqueda de la calidad y la globalización de los conocimientos han transformado los enfoques de la educación en los cuales el estudiante es protagonista de su propio aprendizaje y no un depósito de conocimientos, muchos de los cuales se tornan obsoletos rápidamente. Ello implica una transformación en el enfoque de transmisión y acumulación por métodos pedagógicos que orientan en el contador un conjunto de conocimientos, competencias y valores. Conjuntamente, La contaduría pública, así como la ingeniería civil, y el derecho es una carrera de gran tradición en la oferta académica colombiana



BIBLIOGRAFIA



CORTES MATTOS, Carlos Cesar. Evolución histórica de la contabilidad en Colombia a partir de la conquista. Un análisis a la luz del método dialectico. Universidad libre sede Cartagena. Primera Edición, 2009; Disponible en internet: http://www.unilibrectg.edu.co/Descarga/PDF/Ciencias_Admon_y_Contables/EVOLUCION_HISTORICA.pdf,
ESPINOSA BELLO, Jesús María. La contabilidad y la profesión contable en Colombia. 13-Abril, 2010.

jueves, 30 de junio de 2016

BREVE HISTORIA DE LA CONTABILIDAD DESDE SU ORIGEN HASTA LA CONQUISTA DE AMERICA




Históricamente hablando la contabilidad ha sido una actividad realizada por el hombre desde los inicios de la civilización, por tanto se puede asegurar que su origen es tan remoto como la vida del ser humano en su etapa racional, en donde  para poder sobrevivir en los periodos de glaciación que se dieron en la era cuaternaria, el ser humano  tubo que comenzar a tomar decisiones relacionadas con el control del consumo de los alimentos, utilizando para ello métodos primitivos  de registro lo cual le permitió tener una información aproximada de su cantidad.

posteriormente, con la invención de  la escritura y la notación numérica que se remontan en la historia alrededor del año 6.000 A de C; y con base al hallazgo arqueológico que ocurrió en el valle comprendido entre los ríos Tigris Y Éufrates, en donde se descubrió una tablilla de arcilla que data de ese mismo tiempo y que hoy es mundialmente conocida por ser el registro contable más antiguo; es que se puede considerar que la primera actividad contable tiene su origen para esta época de la humanidad principalmente en Mesopotamia lo que hoy es Irak.

Más tarde, en el año 235 d. de C. la contabilidad adquiere gran importancia en Roma, en donde se utilizaron dos libros: el adversaria, donde se anotaban las transacciones de caja, y el Kardex donde se asentaban las demás operaciones, y era gracias a estos libros que los romanos podían llevar un control preciso de su patrimonio.

Tiempo después, con la caída del imperio romano en el siglo IV y la entrada de Europa en el oscurantismo o alta edad Media, el comercio y las prácticas contables desarrolladas hasta entonces se detuvieron y casi llegan a desaparecer, por lo cual se conoce a este periodo de la historia como una etapa oscura de regresión económica; sin embargo, las actividades contables se facilitaron entre los siglos VII y IX, con la aparición de la moneda común.

Consecutivamente, en la Baja edad media, entre los siglos VIII y XII, con las expediciones de "Las Cruzadas" (ocho en total), es cuando comienza a ceder el atraso económico, y es justamente en Europa central que las ciudades de Venecia, Génova y Florencia se convierten en el epicentro del comercio, la industria y la banca, al crearse las primeras sociedades comerciales tales como la sociedad comanditaria en el siglo X, y las compañías mercantiles antecesoras de las futuras sociedades por acciones que fueron eje para el desarrollo del capitalismo.



Asimismo, es justo en dicho periodo de la historia que el sistema de contabilidad por partida doble tiene su inicio en el ocaso del feudalismo, en la última parte de la Baja Edad Media, y aunque no se conoce quien fue su creador si se sabe que fue inventada en el siglo XIV en Toscana, localidad de Italia donde naciera en el año 1.445 LUCA PACCIOLI, monje de la orden de San Francisco, Teólogo y gran matemático del siglo XV, quien estableció este procedimiento como todo un sistema organizado y coordinado; además, fue autor de la primera obra impresa que contiene un capítulo sobre contabilidad, denominada “ Suma de Aritmética, Geometría, Proporción y Proporcionalidad” dentro de la cual Paccioli diseña un sistema que le permita al comerciante información contable oportuna y verificable de su patrimonio y sus obligaciones.


Para finalizar, con base a lo anterior se puede observar que con este gran avance del comercio dado por las circunstancias que influyeron en la formación de empresas y por tanto en el desarrollo de la teneduría de libros, es que se llega a pasar de una contabilidad “por partida simple” a una contabilidad “por partida doble” capaz de responder al nuevo entorno comercial; no obstante, no se puede dejar de lado a la contabilidad “por partida simple”, ya que esta fue de gran utilidad, tanto que hasta hoy en día se sigue utilizando en pequeños negocios que no requieren procedimientos contables complicados.

BIBLIOGRAFÍA



Cuéllar MEJÍA, Guillermo Adolfo. Fundamentos de Contabilidad Financiera. Un Enfoque Internacional 2013 A. Universidad del Cauca.