viernes, 1 de julio de 2016

LA CONTABILIDAD EN COLOMBIA A PARTIR DE LA CONQUISTA DE AMERICA






Cuando los conquistadores llegaron a nuestro continente, ya las comunidades indígenas que aquí convivían tenían diferentes etapas de desarrollo económico, algunas se hallaban muy retrasadas y  otras daban paso a relaciones de producción con diferencias de clase; vale resaltar, que en la América precolombina, predominaban tres culturas: la azteca en México, Inca en Perú y chibcha en Colombia, éstas culturas tenían una organización social comunitaria con vida sedentaria donde desarrollaban principalmente la agricultura, la caza, la pesca, la minería y el comercio, hasta el punto que la contabilidad en su etapa primitiva» era una técnica conocida en toda América. 

El desarrollo político, social y económico de estas culturas se vio truncado por la invasión española que llegaron a imponer un nuevo orden económico, político, social y religioso utilizando todos los medios posibles, incluyendo el genocidio; cabe recordar que la época de la conquista (1492- 1560), se caracterizó por la violencia, el sometimiento y el saqueo.

Cerca de finalizar la época de la Conquista, llegan a la Nueva Granada en el año 1524 el Contador Real Don Rodrigo de Albornoz (nombrado por el Rey Carlos V en 1522), y los señores Pedro Almíndez Chirino quien fuese el inspector, y el Licenciado Alonso de Zuazo nombrado como justicia mayor o asesor; quienes  en conjunto formaron el Tribunal de Cuentas, la cual fue la primera oficina de las finanzas públicas establecida en nuestro país.

Para la época de la Colonia, en el año 1605 por medio de la Ordenanza I de Contaduría de Felipe III, el 24 de agosto fueron creados los Tribunales de Contadores en la Nueva Granada, con el objeto de llevar una buena administración, cuanta y cobro de la Real hacienda, dichos tribunales debían llevar libros de inventarios de cuentas pendientes y vencidas en orden alfabético; a su vez, debían tomar relaciones juradas de los responsables antes de tomar las cuentas, con el fin de precisar todo lo recibido, gastado y pagado, además de solicitar a los empleados de Hacienda los libros para mayor comprobación; e inventariar al fin de cada año las existencias de las Casas Reales.

Observamos entonces, que en aquella época el contador era un funcionario de alta jerarquía nombrado por la corona a través de la Real Audiencia de Santa Fe, lo cual lo convertía en un funcionario de gran poder y de carácter oficial, quien practicaba la contabilidad del sector público; sin embargo, también se practicaba la contabilidad en el sector privado en especial por las comunidades religiosas (Jesuitas), quienes hacían el registro, presupuesto y control de sus bienes.

En el siglo XIX, los intentos del Estado y de algunos particulares por consolidar la contabilidad como una disciplina y la contaduría como profesión eran todavía muy precarios y tenían un lugar secundario en el aparato educativo del país, debido a que no había industria y la mayoría de la producción era agraria, especialmente cafetera y, apenas empezaba a desarrollar un mercado interior de alguna intensidad; sin embargo, se le reconocía como una materia indispensable para el ejercicio adecuado y racional de algunas actividades económicas, especialmente, las de tipo mercantil.

Solo hasta los primeros años del siglo XX (1900-1929) hubo verdaderos esfuerzos por vincular la enseñanza del comercio a las instituciones de educación superior, como respuesta a la necesidad de darle a esta actividad una orientación profesional, a pesar que los programas que desarrollaban los centros de comercio anexos a las Universidades eran muy semejantes a los de las escuelas de comercio de carácter secundario, es decir, que no se diferenciaban en cuando a su profundidad y contenido, aunque se daba cierta preferencia a la hora de desempeñar una actividad laboral. Cabe resaltar, que dentro del sector privado hubo más avance, sobre todo la década de los años veinte.

Entre 1929 y 1951, la educación comercial se extendió por todo el país, más aun en aquellas ciudades comercial o industrialmente importantes. Su predominancia en colegios de tipo religiosos le otorgaba las siguientes características: Regia disciplina, espíritu metódico, sentido práctico, contenido ideológico tradicional, dogmático y poco conflictivo. En el año de 1952 las reformas al sistema educativo colombiano culminaron con la denominación de “enseñanza universitaria” al nivel superior. Así, nació la universidad técnica.

Durante los diez años siguientes se desarrollan una serie de conflictos básicos en torno a la significación de la práctica de la contaduría, a la concepción de la enseñanza contable y al modelo de reglamentación de la profesión. En este período se crean las primeras facultades privadas de contaduría.

Para la época de 1960 se promulga la Ley 145 que asumía con claridad los criterios primordiales de las profesiones liberales, con lo cual se unificaron los requisitos para la inscripción como contador público titulado; no obstante, se reconocía la existencia de contadores públicos autorizados, siempre y cuando demostraran su habilidad profesional con base en su experiencia en cargos equivalentes. También, se estableció los casos en que se necesitaba la calidad de contador público: como revisor fiscal de distintas sociedades; para autorizar balances de bancos, sociedades industriales o comerciales; para actuar como perito en controversias de carácter técnico-contable; para certificar informes o estados de cuentas, entro otros; así mismo, se indicó la composición de la Junta Central de Contadores y sus funciones que eran netamente de carácter disciplinario.

En los años siguientes los organismos académicos privados buscaban modificar la formación del estudiante hacia un sentido más moderno.

Hoy la formación del contador público orienta el interés de las comunidades académicas nacionales e internacionales. La búsqueda de la calidad y la globalización de los conocimientos han transformado los enfoques de la educación en los cuales el estudiante es protagonista de su propio aprendizaje y no un depósito de conocimientos, muchos de los cuales se tornan obsoletos rápidamente. Ello implica una transformación en el enfoque de transmisión y acumulación por métodos pedagógicos que orientan en el contador un conjunto de conocimientos, competencias y valores. Conjuntamente, La contaduría pública, así como la ingeniería civil, y el derecho es una carrera de gran tradición en la oferta académica colombiana



BIBLIOGRAFIA



CORTES MATTOS, Carlos Cesar. Evolución histórica de la contabilidad en Colombia a partir de la conquista. Un análisis a la luz del método dialectico. Universidad libre sede Cartagena. Primera Edición, 2009; Disponible en internet: http://www.unilibrectg.edu.co/Descarga/PDF/Ciencias_Admon_y_Contables/EVOLUCION_HISTORICA.pdf,
ESPINOSA BELLO, Jesús María. La contabilidad y la profesión contable en Colombia. 13-Abril, 2010.

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